En el procedimiento de patentes por la vía del PCT o EP, la entrada en fase nacional o validación supone un momento clave. Las decisiones que tomemos en este punto pueden garantizar el éxito comercial de la tecnología patentada y su llegada (o no) a un mercado potencial.
Con la entrada en fase nacional PCT o la validación de una EP,el titular de la patente debe decidir a qué países conviene hacer extensivo el registro de su invención. El proceso, que a priori podría parecer sencillo, se convierte muchas veces en un trámite complejo en el que tomar decisiones a la ligera puede tener consecuencias negativas. Es una fase en la que resulta importante actuar con estrategia y perspectiva.
Decidir a qué países extender una patente implica recabar gran cantidad de información y plantearnos algunas cuestiones; por ejemplo, qué regiones pueden demandar una invención determinada, cuáles gozan de la infraestructura necesaria para comercializarla o en qué mercados ya puede encontrarse una tecnología similar.
Dejar un país fuera de nuestras prioridades puede significar encontrarnos posteriormente con competidores inesperados y no disponer de exclusividad a la hora de operar en ciertas regiones; con lo que, además, perderíamos potenciales derechos de licencia o explotación. Y a la inversa: solicitar la extensión de la patente a un país donde no haya mercado, implicaría un derroche de recursos y la obligación de replantear la estrategia de protección.
¿Cómo podemos simplificar este procedimiento? Existen herramientas para ayudarnos a acertar e ir sobre seguro, como el informe de extensión de patente.
Un informe de extensión de patentes es, sobre todo, un análisis riguroso y estratégico de los países en los que se encuentran tecnologías patentadas similares a la estudiada. A través de él, puede conocer los mercados principales y secundarios destino de una tecnología o los productores más importantes de la misma. Un informe de este tipo puede ayudarnos a responder a las siguientes preguntas:
Los expertos en extensión de patentes recuperan información de diversas fuentes y, posteriormente, la analizan teniendo en cuenta la estrategia de protección que han seguido otras invenciones similares. Para ello, atienden a las particularidades de cada mercado y a la naturaleza de la propia invención. También sitúan la información sobre un eje cronológico cuyo fin es hallar tendencias de países generadores y receptores de la tecnología patentada o, dicho de otro modo, naciones productoras y naciones destino para mi invención.
La información fluye y cambia cada día. Por eso, en todo el proceso de extensión de una patente se debe tener muy en cuenta la evolución cronológica de la tecnología y de la situación de cada uno de los países en los que hayamos puesto nuestro foco de atención. De esta manera, podremos percibir cambios de tendencias y detectar las nuevas oportunidades emergentes.
En cualquier caso, realizar este análisis requiere de manejar gran cantidad de información. Interpretarla de manera adecuada puede convertirse en una tarea verdaderamente compleja y tediosa para los particulares o empresas que hayan solicitado una patente, sobre todo si no se dispone de las herramientas adecuadas. Por eso, dejarnos asesorar por expertos en extensión de patentes es una opción que deberíamos tener en cuenta no sólo para asegurarnos una mayor comodidad a la hora de afrontar esta fase del registro, sino también de cara a aumentar las posibilidades de éxito internacional de mi patente.
