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2009 es un año clave para los récords en el mundo de la natación. El mundial de Roma se disputó este año. En él se batieron 15 récords del mundo en solo 3 días. La razón de ello no estriba en las cualidades físicas de los competidores. El motivo fue la utilización generalizada del bañador de poliuretano.

¿En qué se diferencia este bañador del tradicional bañador textil? El secreto está en la capa fina de material espumoso que recubre el cuerpo del nadador. Entre la piel y el agua crea unas burbujas de aire que reducen la resistencia y aumentan la flotabilidad. Los nadadores optaban por enfundarse en bañadores desde el cuello a los tobillos lo que les permitía ganar alrededor de 50 centésimas de ventaja, una ventaja casi insalvable en el mundo de la natación.

En gran medida como consecuencia de esta tecnología, los nadadores comenzaron a sobrepasar los récords vigentes. Esto preocupó bastante a la FINA (Federación Internacional de Natación). Así, tomó cartas en el asunto y comenzó una exhaustiva revisión de las reglas sobre el uso de bañadores en competiciones oficiales.

El 24 de julio de 2009 la FINA decidió extremar la regulación con 180 votos a favor y 7 en contra. Se impusieron requisitos más exigentes al uso de bañadores, limitando, en el caso de los hombres, que no pudiera cubrirse la parte superior del tronco ni los tobillos. También se limitaron las prendas a bañadores fabricados con materiales textiles para que no puedan acumular aire. De esta forma la Federación controla el espesor, la flotabilidad y la permeabilidad.

Las limitaciones fueron apoyadas por los deportistas de élite. Entendían que estaba volviendo desequilibrada la competición, pues permitía aumentar artificialmente la flotabilidad, lo que beneficiaba a otros nadadores parcos en dicha aptitud.

Se trata de un avance tecnológico importantísimo. Revolucionó el mundo de la natación, pero, al mismo tiempo, provocó cambios desproporcionados que llevaron a su prohibición.

Como curiosidad, las marcas registradas y los récords batidos no fueron retirados, a día de hoy todavía muchas de esas marcas no han sido superadas. Diez años después, ningún nadador sin esta prenda ha podido rebasar los récords de los 50, 100, 200, 400 y 800 metros libres.

Fuente: Fernández-Palacios Abogados

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