La entrada en vigor del sistema de patente con efecto unitario supondrá el cambio más importante en el sistema europeo de patentes en los últimos 40 años. Por ello, abordaremos este tema a lo largo de la semana en una serie de tres post.
Actualmente las patentes concedidas por la Oficina Europea de Patentes (“OEP”) deben cumplir con un procedimiento de validación nacional en los Estados designados, tras lo cual su titular obtiene un haz de patentes nacionales.
El actual sistema implica que el titular de una patente europea debe litigar ante distintos tribunales nacionales lo que supone elevados costes y, en ocasiones, resoluciones contradictorias en los distintos tribunales nacionales en relación con una misma invención.
El nuevo sistema de patente europea con efecto unitario otorgará protección uniforme y tendrá los mismos efectos en todos los Estados miembros participantes del sistema. Con ello se pretende dotarlo de seguridad jurídica y reducir los costes de protección de la patente, incentivando así la inversión en I+D+i.
Una patente europea con efecto unitario sólo podrá limitarse, transferirse, revocarse o extinguirse respecto de todos los Estados miembros participantes pero podrá licenciarse para parte de esos Estados.
España ha decidido no ser parte del nuevo sistema de patente unitaria por excluir el español como idioma oficial del sistema y considerar discriminatoria la obligación de registrar las patentes en inglés, francés o alemán.
Ello implica que los titulares de patentes infringidas o los terceros que pretendan atacar la validez de una patente europea en España deberán acudir a los tribunales españoles y se aplicará el actual marco legal.
No obstante, una vez entre en vigor el nuevo sistema las empresas españolas podrán ser titulares de patentes europeas con efecto unitario y podrán litigar ante el Tribunal Unificado de Patentes (“TUP”).
Mañana conozca en nuestro siguiente post las características esenciales del nuevo sistema de patente europea con efecto unitario.
