El procedimiento de las patentes es una vía estructurada para proteger y fomentar las innovaciones y el desarrollo tecnológico. Desde la presentación de la solicitud hasta la concesión, los innovadores deben examinar cuidadosamente los requisitos y procesos establecidos por los organismos oficiales competentes.
Acompáñanos a conocer los principios básicos que componen el procedimiento de las patentes. Te ayudaremos a comprender su esencia, su funcionamiento, los diversos tipos de patentes que existen y cómo tramitarlas.
En esencia, una patente otorga un derecho exclusivo sobre una invención, ya sea un producto o un proceso. Este derecho se concede a aquellos que presentan una solicitud y realizan todo el procedimiento de las patentes, las cuales revelan públicamente información técnica acerca de las invenciones. De este modo, el titular de la patente tiene la facultad de autorizar o conceder licencias a terceros bajo condiciones acordadas, e incluso ceder el derecho de la invención a un tercero. Cuando expira la patente, la invención pasa al dominio público, permitiendo su explotación comercial sin que implique una infracción a la patente.
Además de las patentes, existe el modelo de utilidad, dirigido a proteger invenciones de menor rango inventivo. Estos modelos, comúnmente aplicados a mejoras en aparatos ya conocidos, son particularmente adecuados para pequeñas y medianas empresas que buscan realizar mejoras «menores» en productos existentes.
El sistema de patentes opera a través de oficinas nacionales o regionales que conceden estos derechos exclusivos. En España, pueden registrarse tres tipos de patentes, de acuerdo al ámbito territorial que abarcan:
A propósito, es esencial comprender que no existe un sistema universal de concesión de patentes; no se puede obtener una «patente mundial» o «patente internacional» universal.
Por igual, el titular de una patente puede fortalecer su protección solicitando adiciones a la patente. A los efectos, la protección a estas mejoras
Un aspecto crucial en el procedimiento de las patentes es su temporalidad. Las patentes tienen una duración de 20 años desde su presentación, mientras que los modelos de utilidad gozan de una protección de diez años. Tras este período, la invención pasa al dominio público, disponible para su utilización por cualquier persona.
Un matiz relevante es la posibilidad de solicitar un Certificado Complementario de Protección (CCP) para patentes de productos farmacéuticos y fitosanitarios. En concreto, este certificado extiende la protección hasta un máximo de cinco años después de la caducidad de la patente, contribuyendo así a la protección continua de innovaciones críticas en estos sectores.
En síntesis, el procedimiento de las patentes en España comienza con la presentación de la solicitud ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). En función de esto, debemos seguir los requisitos y pasos fundamentales contemplados en la Ley 24/2015 de Patentes. Dicho trámite puede realizarse personalmente, a través de un representante o Agente de la Propiedad Industrial. Pero existe la opción de presentarla en los registros de cualquier órgano administrativo estatal o autonómico, así como en las oficinas de correos. Más aún, es posible presentar solicitudes electrónicas a través de la sede virtual de la OEPM, para lo cual se requiere un certificado electrónico. Esta modalidad agiliza el proceso y contribuye a la eficiencia del mismo.
Como explicaremos más adelante es posible elegir entre el Procedimiento General de Concesión y el Procedimiento con Examen Previo.
El lapso entre la presentación de la solicitud y la concesión de la patente generalmente oscila entre 26 y 36 meses. No obstante, optar por el procedimiento acelerado de concesión puede reducir significativamente este período, permitiendo que la patente se otorgue en aproximadamente 12 meses.
Antes de comenzar el proceso, es indispensable realizar una búsqueda en las Bases de Datos creadas por la OEPM para identificar documentos que describan invenciones similares. Esto proporciona una visión de la novedad de la invención. Por otra parte, se deben tener en cuenta varios requisitos esenciales:
La solicitud de una patente en España debe incluir varios elementos esenciales:
La obtención de una patente conlleva ciertos costes, siendo las tasas a satisfacer a la OEPM uno de los componentes principales. Al respecto, las tasas varían entre 792,88€ (procedimiento general) y 1.186,55€ (examen previo). En el caso de modelos de utilidad, la solicitud ronda los 100 euros. Estas tasas no dependen del campo técnico ni de lo compleja que sea la invención.
Por cierto, presentar la solicitud electrónicamente otorga un descuento del 15% en la tasa de depósito. Aparte de esto, debemos considerar los costes asociados a la preparación de la documentación necesaria para la solicitud. Para mantener estos derechos, también se deben abonar tasas anuales de mantenimiento, que se incrementan progresivamente y se actualizan cada año mediante la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Estas tasas se encuentran detalladas y actualizadas en la página web de la OEPM.
Una vez presentada la solicitud y transitados los procesos de examen, la OEPM emite un Informe sobre el Estado de la Técnica (IET) al examinador. Este informe destaca documentos relacionados con la solicitud y ofrece una opinión sobre la novedad y actividad inventiva de la invención. Dependiendo del procedimiento elegido, la concesión puede realizarse incluso si el IET es desfavorable, en el caso del procedimiento General.
En cambio, si se opta por el procedimiento con Examen Previo, la OEPM realiza un examen más profundo, evaluando la novedad, actividad inventiva, aplicación industrial y suficiencia de la descripción. La patente puede ser concedida o denegada total o parcialmente en esta fase.
Asimismo, la OEPM también ha implementado un procedimiento de concesión acelerada, reduciendo significativamente los plazos si se cumplen ciertos requisitos, como la renuncia a la prioridad y la no extensión de plazos legalmente establecidos.
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