Por desgracia existen inventores que ven como son terceros los que se llevan el reconocimiento del público cuando no protegen su invención antes de difundirla en cualquier evento, feria o publicación.
Uno de los casos más conocidos de plagio fue el sufrido por el inventor de la “fregona”. Este invento fue reclamado como propio por dos personas; por Manuel Jalón y por Emilio Bellvis. Tras años de litigios, La Audiencia Provincial de Zaragoza en una sentencia fechada el 1 de abril de 2009, ratifica un fallo anterior, del 6 de noviembre de 2008, del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Zaragoza, que declaraba que el invento de la fregona corresponde a Manuel Jalón Corominas en virtud de la patente número 298.240
¿Cómo se ideó esta estupenda invención? Manuel Jalón, de profesión Capitán Ingeniero Aeronáutico, había estado realizando un curso de mantenimiento de los aviones de combate F-86 en los Estados Unidos donde había seguido. Tras su regreso, pensó en hacer alguna invención de lo que vio durante su estancia, un buen amigo le comentó... crea algo que haga que las mujeres frieguen de pie.
En aquel momento recordó que en Estados Unidos le hacían limpiar el suelo de los hangares con un palo del que colgaba una bayeta y que escurrían de agua en unos rodillos que se incluían en un cubo.
A partir de ahí, y con los materiales de los que disponía en España empezó a fabricarlas y distribuirlas por todo el país.
Esta idea que salió de la experiencia profesional de Manuel Jalón durante su estancia en Estados Unidos, le granjeó además del reconocimiento mundial, algún que otro dolor de cabeza por no protegerla debidamente.
