Portal Agentes Propiedad Industrial, Patentes y Marcas

A menudo nos suele pasar que nos relacionamos con ciertas materias en nuestro día a día pero no conocemos cuál es su origen, su razón de ser, su evolución, como eran en su inicio y como son ahora, y lo más importante por qué.

La marca es un concepto que empezó a fraguarse hace varios siglos, que tiene su verdadero origen en la Edad Media, que fue precisamente cuando surgieron los gremios, quienes producían productos y los intentaban caracterizar para ser más competitivos y acaparar todo el mercado posible. Como consecuencia de este hecho social comenzaron a surgir leyes que regulaban el comportamiento de los comerciantes, y fue una de estas leyes la que obligaba a los comerciantes a identificar el producto con algún signo que permitiera identificar su origen.

Pero no fue hasta el siglo XIX cuando empezó el auténtico auge de lo que en el presente conocemos como marca comercial, y como consecuencia el nacimiento de la legislación marcaria.

Los Orígenes de la Oficina Española de Patentes y Marcas, organismo regulador del registro y control de las marcas, fueron tres Reales Decretos de los años 1810, 1820 y 1824, que con el paso del tiempo fueron evolucionando.

Mucho podría escribirse sobre el desarrollo de la legislación marcaria desde la creación de la Oficina Española de Patentes y Marcas, pero en esta ocasión nos centraremos en la evolución del ámbito marcario desde la entrada en vigor del Estatuto de Propiedad Industrial (EPI) 1929, hasta el momento actual.

Es el Real Decreto-Ley de 26 de Julio de 1929 sobre Propiedad Intelectual, texto refundido y revisado por la Real Orden de 30 de abril de 1930, el texto legislativo conocido comúnmente como Estatuto de Propiedad Industrial (EPI). Dicho Estatuto estuvo vigente hasta 1988, fecha en la que se promulgó y entró en vigor la anterior Ley de Marcas a la actual.

El Estatuto de la Propiedad Industrial recogía las modalidades de patentes de invención, marcas o signos distintivos de producción y comercio; los modelos de utilidad, modelos y dibujos industriales y los artísticos; los nombres comerciales y los rótulos de los establecimientos...

Del procedimiento de inscripción comenzaban a emanar los derechos inherentes del registro de las diferentes modalidades, siendo su terminación la concesión o denegación del expediente. La base de los derechos de propiedad industrial es igual que la de los de propiedad intelectual, proteger la creación del talento.

Posteriormente las disposiciones contenidas en el EPI fueron derogándose conforme iban promulgándose normas específicas que regulaban cada materia como, por ejemplo, la Ley 11/1986, de 20 de marzo, de Patentes.

En cuanto a lo referente a las marcas fue la Ley 32/1988 de 10 de noviembre la evolución del EPI en esta modalidad, y el precedente de la actual Ley de Marcas de 17/2001 de 6 de diciembre.

Fue en esta disposición donde comenzaron a concretarse las  nuevas condiciones en que se desarrolla el ejercicio del comercio, la internacionalización del mercado, la aparición de nuevas técnicas de contratación, el impulso del sector servicios, así como el fortalecimiento de la tutela pública de los consumidores, circunstancias que el EPI no contemplaba.

No obstante, esta nueva Ley será modificada y derogada en el año 2001, por la vigente Ley de Marcas, debido ello a la incorporación y adaptación de las directivas Europeas en materia marcaria de la legislación española.

Estos son los precedentes del panorama actual de las marcas en España, las cuales después de la adaptación de todas las directrices Europeas así como las mejoras incluidas en cuanto a la aplicación de las nuevas tecnologías aplicadas a este ámbito han sufrido una evolución en sentido positivo de las cuales se han visto beneficiados tanto los titulares de las marcas que tienen una mejor protección, como los consumidores.