La Universitat Abat Oliba CEU acogió una mesa redonda sobre buenas prácticas en RSC organizada por Cáritas BCN, con la colaboración de ISERN Patentes y Marcas y la Fundación Caja de Ingenieros.
Pepe Isern, socio director de ISERN Patentes y Marcas habló sobre la rentabilidad de estas políticas. "La primera RSC de una empresa es ser viable", afirmó Isern. Y, a partir de ahí, la RSC ha de proyectarse en el ámbito interno y hacia el exterior con vocación de ayuda. Para saber cómo y a quién ayudar, considera necesario "consultar a quien lo sabe. En nuestro caso, a Cáritas".
Para Pepe Isern la RSC no debe hacerse con ánimo de obtener una rentabilidad. "Hay que ayudar sin esperar nada a cambio". Lo que tiene claro Isern es que lo que no es rentable "es no hacer RSC". Las empresas mueven el mundo y no son ajenas a los problemas sociales.
La sensibilidad de la sociedad sobre el compromiso y la sostenibilidad de las empresas está creciendo tanto que hoy no es concebible una organización que no tenga una “preocupación social”. “Las empresas están cada vez siendo más fotografiadas por su entorno y las que no tengan esta preocupación social, quedarán marcadas”, ha observado el coordinador del programa Universitats amb Cor de Cáritas Diocesana de Barcelona, Fernando Porta.
En su introducción, Porta ha insistido en que la RSC debe formar parte del “plan estratégico de las grandes empresas”. Es así como la RSC pasa “a ser un objetivo, y los objetivos se cumplen”.
La presencia casi innata de este factor de responsabilidad es uno de los rasgos característicos que puede exhibir la Caja de Ingenieros. Su propia naturaleza cooperativa le conduce a ello. “La RSC está integrada en nuestro propio modelo de negocio, ya que lo cooperativo forma parte de esta sostenibilidad”, ha explicado el coordinador general de la Fundación Caja de Ingenieros, Iñaki Irisarri.
“No somos una ONG, y es importante para nosotros generar recursos, pero también lo es créalos con criterio sociales y medioambientales”. Es una línea que puede seguirse desde muy atrás en el tiempo. Lo expresa el hecho de que, en 2006, la Caja de Ingenieros fuera la primera entidad financiera de nuestro país que creo un fondo de inversiones socialmente responsables.
Hoy la Caja de Ingenieros apoya su vocación social en “tres pilares de sostenibilidad”: robustez y solvencia, excelencia en la relación con los socios e inversión responsable. Irisarri ha destacado el fundamental papel de las entidades financieras en el campo de la sostenibilidad: “acompañamos a nuestros socios en la canalización de sus finanzas hacia la sostenibilidad”.